Disecando la mente del escritor

Entrevista con Jorge Méndez-Limbrick

 

La mente humana es un laberinto insondable que solo puede recorrer su dueño. Cuando se trata de la mente de un escritor, no solo nos toparemos con pasadizos interminables, giros inesperados y callejones sin salida, sino con trampas mortales que serían la delicia del Rey Minos. Por fortuna, el escritor es Dédalo y, con su ayuda, trataremos de recorrer su obra, explorando los secretos que ocultan sus muros. Todos los meses un nuevo escritor nos brindará un atisbo al interior de su mente, de su proceso creativo y de cómo una idea se convierte en un libro.

Pasen, pero están advertidos. Lo hacen bajo su propio riesgo.

Osvaldo Reyes

 

Mes: Mayo.

Autor: Jorge Méndez Limbrick.

Biografía:

Jorge Méndez-Limbrick es un abogado y escritor costarricense. Tiene varias antologías y novelas en su prontuario literario, todas dentro del género negro-policial, aunque algunas contienen elementos del gótico entre sus páginas. Fue ganador del primer lugar del certamen UNA Palabra (2004 - Mariposas negras para un asesino), del Premio Editorial Costa Rica (2009 - El laberinto del verdugo), del Premio Nacional de novela Aquileo J Echeverría (2010) y del Premio Nacional de narrativa Alberto Cañas (2020). 

Jorge Méndez Limbrick
 

Bienvenido Jorge y gracias por participar. Empecemos con algo sencillo.

1.   La primera vez que escuché su nombre fue en un libro titulado “Negrótico”, escrito por Osvaldo Di Paolo y Nadina Olmedo. En esta obra analizan El Laberinto del Verdugo, trabajo que le ha generado varios premios literarios. ¿Fue difícil mezclar estos dos elementos de apariencia tan disimiles (una historia de vampiros con una del género negro que, por definición, tiende a ser más realista)?

Creo que en mis dos novelas: “Mariposas Negras para un Asesino y El laberinto del Verdugo, se mezclan elementos góticos y de novela negra. Nunca me propuse que ambas novelas tuvieran un matiz de novelas góticas o negras, todo fue azaroso. Respecto a una historia de vampiros, no lo creo. Creo que mi personaje principal don Julián Casasola Brown, posee características del vampiro sin serlo.

 

2. El laberinto del Verdugo forma parte de una trilogía que empezó con “Mariposas negras para un asesino”. ¿Fueron concebidas de esa manera o al terminar “Mariposas” se dio cuenta que tenía material para otro libro más?

Por supuesto que nunca fueron concebidas como un cuarteto. Todo ha ido o fue evolucionando de forma natural, sin que mi persona se lo propusiera. Primero nació Mariposas Negras para un Asesino como una simple necesidad de escribir una novela con tintes de novela negra y gótica. Luego, con el Laberinto del Verdugo, varias temáticas que no estaban agotadas en la primera novela se desarrollaron en la segunda novela. Para la tercera parte que este año en el segundo semestre está planeada por la Editorial Costa Rica su publicación, se tocaron tópicos y temas que también quería desarrollar. El personaje de Julián Casasola Brown aparentemente moría en la segunda novela para luego tomar relevancia en esta tercera entrega que se titula: “Bola negra. El hacedor de sombras”. Al final me decidí por el cuarteto que ya estoy terminando en estos momentos pero, esta última novela se ambienta en el año 2314 en un mundo distópico. Creo que nunca tuve la intención de hacer un gran mural sobre la noche josefina, sobre el Bien y el Mal, sobre las bajas pasiones, con un telón de fondo marcado por un asesino serial. El arte es caprichoso, los personajes evolucionan y toman vida, esto último es una gran verdad porque nunca me propuse un esfuerzo tan grande que me ha llevado más de 16 años terminar este cuarteto narrativo.

 

3. Estos libros se desarrollan en Costa Rica, en las regiones urbanas de la ciudad. No es el ambiente clásico que relacionamos con los vampiros, pero lo podemos imaginar sin problemas. ¿Piensa que un vampiro, ente inmortal que ha pasado por cientos de eras, disfrutaría residir en uno de nuestros países latinoamericanos?

Creo que el enfoque que usted le da o le han querido dar al personaje es equivocado como lo señalé supra. Mi personaje principal no es un vampiro, pero, goza de ciertas características de estos seres de leyenda urbana. Lo que sí le puedo asegurar es que para el misterio y lo paranormal cualquier ciudad puede ser escenario. No entiendo el por qué los grandes acontecimientos o los grandes hechos paranormales se tengan que suceder en una gran metrópoli.

 

4. El enemigo de Casasola Brown es el detective Henry De Quincey. ¿El nombre es un guiño a Thomas De Quincey, el autor de “El asesinato como una de las bellas artes”?

Henry de Quincey es el antagonista de Casasola Brown, el asesino en serie del cuarteto. Un personaje que considera el asesino como un juego, como un arte, como la elaboración de un hecho pletórico de sensualidad y también de racionalidad. Y sí, por supuesto que se han tomado algunos conceptos e ideas del escritor inglés de Thomas de Quincey para desarrollar mis novelas.

 

5. Henry De Quincey es un ser traumatizado. En su deseo de hacer su trabajo terminó recluido en un hospital psiquiátrico, acusado de asesinar a una prostituta, las víctimas favoritas del vampiro. Los escritores de género negro disfrutan dándoles vidas miserables a sus detectives, con algunas pocas excepciones. ¿No le caía bien De Quincey cuando lo creó o hay planes para él a largo plazo?

No, no me cae mal Henry. Simplemente fue un accidente en estos hechos. Un simple detective que nunca estuvo a la altura de los acontecimientos que sucedieron.

 

6. Regresando con la figura del vampiro o del ente sobrenatural representado por Casasola Brown, se presenta bajo el paraguas del asesino con justificación, atacando a personas que consideran que forman parte de “la inmundicia que está por doquier”. ¿Piensa que los lectores estarán del lado del vampiro o del detective? ¿Cuál de los dos es su favorito?

Interesantes preguntas. Siempre como escritor he tenido el cuidado de no tomar partido por ninguno de mis personajes. Siempre me ha gustado que las personas saquen sus propias conclusiones. De todas maneras, el mundo, la realidad posee sus matices, sus zonas grises. No se puede ser maniqueo, es un error pensar que la realidad se puede calificar de negra o blanca o que los “malos” siempre son malos y sus actuaciones siempre son de esa índole. Siempre me ha gustado indagar, preguntarme acerca del Bien y del Mal, de los valores morales que construimos como sociedad. Respecto a su última pregunta se la contesto con una declaración que hizo Carlos Fuentes en una de sus entrevistas: dijo que los personajes “buenos” son muy aburridos, que siempre nos interesan los personajes “malos”. Y creo que es así, siempre el ser humano es tentando a mirar el fondo del abismo, su oscuridad. Siento un gran cariño por Casasola Brown, no su lado oscuro de asesino, sino su parte de intelecto, sus conceptos filosóficos que esboza a lo largo del cuarteto. Me gusta su lado intelectual y de diletante.

 

7. Sus libros se caracterizan por llevar varias historias en paralelo, a diferencia de la novela negra clásica que sigue los andares del detective de principio a fin. ¿Es una decisión personal, editorial o de conveniencia?

Todo es un fluir normal, sin proponérmelo, existen asuntos en la narrativa que nacen sin que uno se lo explique o se lo proponga. Sin embargo, es cierto: siempre a la par de las narraciones principales existen narraciones secundarias que acompañan a la narración principal, es un contrapunto que casi nunca me propongo, pero me agrada que así sea, que salgan otras narraciones para que así el lector se pueda relajar un poco, ¿no le parece?

 

8. ¿Sigue algún ritual a la hora de escribir? ¿Hora, música, bebida favorita?

Sí, por supuesto. Me acuesto a las 18 horas y me levanto a las 0:30 horas por lo general. Me agrada sobremanera escribir de madrugada, toda la madrugada. Luego preparo mi café negro en una cafetera italiana el cual lo tomo sin azúcar acompañado con agua mineral. También me gusta escuchar ópera y música clásica cuando escribo.

 

9. ¿Es de la generación que prefiere trabajar a pluma o a máquina? ¿Alguna razón en particular?

Ambas. Pero, me agrada sobremanera escribir en mi ordenador. Amo profundamente la tecnología, soy un amante a todo lo que son ordenadores, software, libros digitales, la Internet, Redes Sociales, etc. La gente joven no entiende que el mundo actualmente es una maravilla en cuanto a las comunicaciones. Hace 40 años cuando empecé a escribir teníamos una cafetería que era refugio de los escritores noveles de esa época y que estaba frente a la entrada principal de la Universidad de Costa Rica. Era un asunto religioso reunirnos como en un cónclave todos los días a las 5 pm para hablar de Literatura. Hoy actualmente, me comunico con usted y con mucha gente sentado en mi ordenador e incluso podemos chatear. Las fronteras se han achicado, es una verdad de Perogrullo. Escribo a mano con pluma o lo que se llama en otros países estilográfica pero poco. Quizá cuando voy al Café del Teatro Nacional, sacó un pequeño cuaderno y hago apuntes para la madrugada, nada especial.

 

10. ¿Ha pensado en escribir un libro puramente negro o gótico? ¿Alguna trama ronda por su cabeza en este momento?

Este año sale otra novela: PRINCIPIOS NOCTURNOS, que no tiene nada que ver con el cuarteto. Es una novela ganadora del Premio Nacional de Narrativa Alberto Cañas y que en esta novela toco otros temas. Quizá un poco gótica la novela, pueda ser.

 

11. Tiene varios premios en su haber. ¿Piensa que ellos lo ayudaron a mover su carrera o son, por el contrario, un lastre a la hora de publicar?

Depende. Son importantes los premios, pero, también pueden hacer al escritor bastante engreído y perezoso. Yo no me creo mucho de lo que escribo. Siempre tengo dudas de mi calidad literaria. Tal vez así es mejor. Soy mi mayor crítico de mi obra. Reviso en forma obsesiva mis manuscritos hasta 20 veces antes de entregarlos, es una manía o quizá falta de confianza, no lo sé.

 

12. Ha sido un placer conversar contigo este día. ¿Algún consejo para los potenciales escritores que visiten la Semana Negra en la Glorieta?

Que la Literatura no es una competencia hípica. Que todo escritor debe darse su tiempo para escribir su obra y que tampoco es fácil la Literatura, su creación, su publicación, pero, hay que estar ahí para llegar. Y por supuesto hay que leer mucho. Por último, deseo decirles a los muchachos que los Talleres de escritura no sirven: a nadie se le puede decir del cómo escribir, esto último es un absurdo.

 

Osvaldo Reyes (Panamá, 1971)
estudió medicina en la Universidad de Panamá y luego se especializó en Ginecología y Obstetricia en la Maternidad María Cantera de Remón. Actualmente labora como médico especialista en la Maternidad del Hospital Santo Tomás, donde también ejerce funciones como Coordinador de Investigaciones. Es profesor de la Cátedra de Obstetricia de la Universidad de Panamá y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
 

Ferviente lector y escritor del género negro, con ocho libros (El Efecto Maquiavelo, En los umbrales del Hades, Pena de muerte, La estaca en la cruz, Sacrificio, El canto de las gaviotas, El cactus de madera y Asesinato en Portobelo) y dos colecciones de cuentos (13 gotas de sangre y 13 candidatos para un homicidio) publicados a la fecha. Sus relatos forman partes de diferentes antologías (Escrito en el agua, Pólvora y sangre, Círculo de Lovecraft # 9) y es ganador del Primer Premio de Narrativa Corta (2017) del Panama Horror Film Fest. Osvaldo Reyes coordina la jornada dedicada al género negro en Latinoamérica de la Semana Negra en la Glorieta.