La mente humana es un laberinto insondable que solo puede recorrer su dueño. Cuando se trata de la mente de un escritor, no solo nos toparemos con pasadizos interminables, giros inesperados y callejones sin salida, sino con trampas mortales que serían la delicia del Rey Minos. Por fortuna, el escritor es Dédalo y, con su ayuda, trataremos de recorrer su obra, explorando los secretos que ocultan sus muros. Todos los meses un nuevo escritor nos brindará un atisbo al interior de su mente, de su proceso creativo y de cómo una idea se convierte en un libro.
Pasen, pero están advertidos. Lo hacen bajo su propio riesgo.
Osvaldo Reyes
Disecando la mente del
escritor: David P. Yuste
Por Osvaldo Reyes
Biografía:
David P. Yuste es un escritor gaditano, fascinado por la literatura de terror, ciencia ficción y fantasía, por las que se decanta a la hora de crear sus propias historias. Sus relatos forman parte de diversas antologías, aunque tiene dos libros publicados a la fecha (No matarás y Nunca hables con el diablo). Es ganador del Premio Ignotus 2020 organizado por la AEFCFT (Asociación española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) en la modalidad de mejor Cuento con el “Falso comerciante de Pimienta” (Círculo de Lovecraft XI – noviembre de 2020).
Bienvenido David y gracias por participar. Empecemos con algo sencillo.
Fuiste ganador del premio Ignotus 2020 con un cuento titulado “El falso comerciante de pimienta”. No es la típica historia de horror, lo cual es lógico considerando que forma parte de un volumen dedicado a Thomas Ligotti. ¿De dónde surgió la idea para este cuento?Pues si os soy sinceros, todo partió a raíz del título. Buscaba un nombre que tuviera un significado especial para el villano, y encontré un apellido poco frecuente: Culpepper, que es el que le da precisamente título al relato. Ese fue el auténtico germen. Al ser terror ontológico, posteriormente me leí muchos de los relatos de Ligotti, y digamos que una cosa llevó a la otra. Quería que el relato fuera lo más fiel al estilo del autor, pero a la vez desmarcarlo del resto de escritos que había leído de él.
El resto fluyó solo…
Has participado en varias convocatorias de la revista digital Círculo de Lovecraft. Entre ellas tienes relatos inspirados en Stephen King, Thomas Ligotti, Shirley Jackson, Guillermo del Toro, Stefan Grabinski, en el horror japonés y en la serie Twin Peaks. ¿Cuál te costó más trabajo y cuál fluyó como sangre pulsando de una herida?
Como os comentaba antes, partimos de la base de que para cada proyecto procuro documentarme antes bastante sobre los autores y sus obras. Eso requiere ya de por sí de un trabajo previo de horas de lectura e investigación. Pero si tuviera que decantarme por dos, tal vez el que más trabajo me costó fue el de Grabinski, por aquello de sus obsesiones con los trenes y el rechazo hacia el ser humano. A pesar de ello, creo que quedó bastante acorde a su estilo.
El que fluyó con más facilidad, tal vez debido a que ya conocía bastante bien su obra, siendo francos, os diría que el de Stephen King. Intenté introducir todos esos elementos tradicionales que él suele recoger en sus trabajos, como por ejemplo el terror rural y la ambientación en lugares apartados y épocas remotas.
Si pudieras escoger a dos autores, cuyas obras te podrían inspirar a escribir algún nuevo cuento, ¿a quiénes escogerías y por qué?
Uno de ellos creo que sería al hijo del Maestro por excelencia: Joe Hill. Creo que sería todo un reto escribir algo inspirado en alguien que sigue tan de cerca los pasos de su predecesor, pero a la vez se aleja también tanto de alguna forma, creando su propio universo.
El otro autor me gustaría que fuera hispano hablante. A ser posible actual. Es muy probable que eligiera a una autora como Mariana Enríquez. Pese a haber una importante influencia de King en su trabajo, pienso que daría mucho juego. Sería todo un reto.
A la hora de escribir, ¿algún ritual previo (música, ambiente, sacrificios humanos)?
(Risas) Pues no soy mucho de rituales ni sacrificios. Imagino que lo mismo que la mayoría de escritores, pese a que yo todavía me considero un humilde junta-letras: un buen café, algún que otro cigarro, y eso sí, siempre música ambiental en función de la temática del trabajo a desarrollar.
Como veis soy bastante convencional. No me salgo demasiado de lo que harán seguro muchos y muchas de mis compañer@s.
En cuanto a temática, te decantas por el horror y la ciencia ficción. ¿Has creado alguna historia que fusione las dos?
Lo cierto es que sí. Ya llevo un tiempo jugando con la hibridación de géneros, y es algo que cada vez practico con más asiduidad. Si bien es cierto que inevitablemente la balanza se decanta un poco más hacia el thriller y el género policíaco, en mi último libro “No matarás” precisamente hay una historia titulada “La mano alienígena” que conjuga, pienso, de forma bastante efectiva ambos géneros.
A la hora de escribir, ¿imaginas las escenas en tu cabeza? Si es así, ¿en qué formato (película o comic)?
Siendo cinéfilo declarado y habiendo visto tanto cine desde que era un criajo, tengo que decir que la respuesta es un rotundo sí. Las escenas de manera inevitable se ordenan y van pasando por mi cabeza siempre como si fueran fotogramas de una película. Es algo inevitable, y que creo casi que llevo de serie ya introducido en mi ADN.
¿Planeas los finales de tus historias o eres más liberal a la hora de escribir?
Pues la verdad es, que depende un poco de lo que me pida el trabajo en cuestión. Aunque sí que es cierto que soy un autor de mapa (me gusta prepararme previamente mi guion, mis esquemas…) según qué escritos, dejo a los personajes un poco más de libertad para que deciden hasta dónde quieren llevarme. Sobre todo en los cuentos y relatos. Si hablamos ya de novela, la cosa ahí cambia. Suelo tenerlo todo planificado y diseccionado por capítulos antes de comenzar.
Existe el concepto de negrótico, para definir una obra que fusiona el género negro (criminal) y el gótico. ¿Has escrito alguna obra en ese estilo o pensarías intentarlo?
Pues en esta pregunta me habéis pillado (risas de nuevo). Creo que no he llegado a escribir ninguno centrándonos en este concepto, al menos de manera consciente. Y sí, sin duda como os comenté antes, experimentar es algo que me gusta mucho. Así que por supuesto que no lo descartaría.
De hecho, ahora que lo pienso, creo que el relato que estoy desarrollando para el nuevo número de Círculo de Lovecraft podría tal vez enmarcarse dentro de este género. El tiempo lo dirá.
¿Prefieres las historias de terror o de horror? ¿Cuáles piensas deben ser las características indispensables de cada una?
Me gustan los dos tipos de historias. No os puedo engañar. Cada estilo tiene su encanto, y además creo que cada escrito necesita una serie de piezas diferentes para que funcione. Puedo disfrutar perfectamente de una obra de terror, y después pasarlo como un “enano” con otra de horror más purista. Cada sub-género tiene su encanto.
Lo primero que deben de tener en común ambos tipos de escritos por supuesto es que despierten en el lector esa sensación de malestar, de cierta incomodidad, pero sobre todo que cumplan con el propósito de causar miedo y asustar.
Si tuviera que separarlos por características, inevitablemente diría que el terror a mi entender debe tener un fuerte componente humano que sea el que te arrastre por ese “tren de la bruja”, y que te guíe a través de los miedos más irracionales. En cuanto al horror, yo particularmente suelo usar pautas muy similares. Aunque por supuesto, es inevitable introducir el componente fantástico, esa criatura, ente, que sea el detonante de ese miedo que te frena cada tres páginas y que te impide seguir leyendo.
¿Alguna película o serie de televisión que te haya servido de inspiración o, por lo menos, que recomendarías a nuestros lectores?
Aquí podría hablar de muchas referencias.
Como os comentaba al principio de la entrevista, soy muy cinéfilo. Y eso creo que se nota en mi manera de escribir. Si pienso en algún director actual que con sus películas me ha inspirado, sin duda me quedaría con James Wan. Así que recomendaría cualquiera de los Expedientes Warren o Silencio desde el mal.
Otro director que me gusta mucho, sobre todo por el trasfondo y la fuerza que poseen todas sus historias, es M. Night Shyamalan. De él, me quedaría con Señales. La escena de la despensa es magistral.
Y por último, y para no alargarme más, un director o película un poco más vetusta o retrocediendo en el tiempo, pues tal vez de directores como John Carpenter o Wes Craven. Soy muy de asesinos en serie. Me apasionan. Y ambos han creado dos iconos a mi parecer como son Myers y Krueger que trascienden más allá de su tiempo. De hecho, a día de hoy estas franquicias siguen produciendo secuelas y reboots.
¿Cuál escena, descrita en alguno de tus cuentos, piensas que salió más cruda de lo que esperabas? ¿Alguna vez algún lector se quejó de una descripción, por gráfica o sangrienta?
Lo cierto es, que no suelo pararme a pensar demasiado en esas cuestiones. Por supuesto, todo lo que escribo (sobre todo cuando aborda cuestiones médicas, o que están inspiradas en ellas como en el caso de “Nunca hables con el diablo”) lo hago desde el máximo respeto. Pero creo que el que escribe no debe nunca trazarse líneas rojas. A pesar de ello, intento abordar cada escena de la forma más ética o delicada que el texto me permite.
Tal vez el final más perturbador que podías encontrar en algunos de mis proyectos es precisamente en “El falso comerciante de pimienta”.
Por fortuna, y al menos hasta la fecha no se me han quejado (risas). Aunque debo añadir que las críticas son siempre productivas, y sirven sobre todo para aprender y mejorar. Así que si alguna vez me ocurre, serviría como punto de reflexión. Todas las opiniones son válidas y sirven como aprendizaje.
¿Piensas que el género del terror/horror es solo para “ciertas edades”? ¿Qué podría ser dañino para los jóvenes?
Yo no lo creo (siempre claro, sin rebasar según qué límites). Piensa que yo desde muy jovencito ya veía y leía terror a todas horas. A eso le debo gran parte de lo que soy hoy como junta-letras. Creo que la frontera entre lo que es dañino y lo que no también está en parte en la educación recibida en casa y en las escuelas.
Aunque sí que debo de apuntalar esto último, diciendo de nuevo, que depende de qué obra y qué contexto pueda o no tener. Como cualquier producto, el terror también es algo que depende mucho de la persona, y en última instancia, de la madurez del lector/espectador.
Ha sido un placer conversar contigo este día. ¿Algún consejo para los potenciales escritores que visiten Semana Negra en la Glorieta?
El placer ha sido mío. Lo he pasado muy bien con buenas preguntas, ha sido una entrevista de lo más enriquecedora.
¿Algún consejo? Que se dejen llevar y que se abran, que sois gente maravillosa. Y sobre todo, que se animen a visitaros. Por supuesto.
Ferviente lector y escritor del género negro, con ocho libros (El Efecto Maquiavelo, En los umbrales del Hades, Pena de muerte, La estaca en la cruz, Sacrificio, El canto de las gaviotas, El cactus de madera y Asesinato en Portobelo) y dos colecciones de cuentos (13 gotas de sangre y 13 candidatos para un homicidio) publicados a la fecha. Sus relatos forman partes de diferentes antologías (Escrito en el agua, Pólvora y sangre, Círculo de Lovecraft # 9) y es ganador del Primer Premio de Narrativa Corta (2017) del Panama Horror Film Fest. Osvaldo Reyes coordina la jornada dedicada al género negro en Latinoamérica de la Semana Negra en la Glorieta.